Inolvidable Puertollano 2007
Porque, y aunque a priori, el cartel que se iba a disfrutar en Puertollano dejaba poco espacio para la posibilidad del fracaso lo que tampoco era previsible era un pleno al quince como el que se vivió anoche en el auditorio de esta manchega y flamenca localidad.
La “Peña Flamenca Fosforito” suma y sigue y si hace poco había que felicitarles por la excelente organización, en su primera edición, del Festival “Puerta de Alcudia” con el que han conseguido colocarse en posición de privilegio en el mundo festivalero hoy tenemos que repetir los parabienes por haber hecho posible un festival con un cartel interesantísimo en el que toda la organización ha vuelto a sorprender por su excelencia.
La presentación corrió a cabo por la “toricantana” Elvira López Hidalgo que con elegancia, diligencia y exactitud presentó el recital ahorrándonos los innecesarios tostones que, a veces, nos aplican los encargados de esta delicada función y gracias a los concisos datos que aportó de cada uno de los artistas supo dibujar en tiempo un currículo apropiado de cada uno de los participantes.
Abrió el escenario el mejor aficionado de Jerez que últimamente a dado el salto a una tardía, y en proceso, profesionalidad, Luís El Zambo. Exprimió con entrega y honestidad un repertorio típicamente jerezano donde no faltaron las bulerías por soleá, soleá, seguiriya, bulería, todo con exacto compás, “soniquete” y regusto santiaguero.
Continuó la velada el mejor profesional de Jerez y quizá el mejor cantaor del panorama flamenco actual, Fernando Terremoto hijo, también acompañado por Antonio Higuero. Salió al escenario responsabilizadísimo, con una seriedad impactante y con ganas de demostrar que él, hijo del Díos “Fernando Terremoto”, es la prueba viviente del segundo advenimiento del arte flamenco a la tierra.
El metal de su voz, su eco milenario, la insondable potencia de su instrumento vocal, su sólido compás y un conocimiento que cada vez es más amplio hace que su religión sea una Fe con futuro con presente y con pasado.
Todo lo que interpretó rozo o consiguió la perfección y se antoja imposible elegir entre las dos malagueñas del “mellizo” unas seguiriyas absolutamente desgarradoras, unos “fandangazos” atómicos, unas bulerías con las que se convirtió en el dueño y señor de las tablas abandonándose en lo físico, renunciando a los medios técnicos para acercar su cante al espectador sin la siempre substractiva intromisión de la electrónica y abandonándose también en lo místico para demostrar que su cante es verdad revelada e incontestable. Al final ovación cerrada con un inteligente público en pie correspondiendo con generosidad en el aplauso y variedad en los jaleos al esfuerzo interpretativo del ilustre jerezano.
Tras unos apropiados minutos de descanso que utilizamos para poder asimilar lo que allí había ocurrido y para preparar el cuerpo para que, en medida de lo posible, las actuaciones de los siguientes artistas no se viesen mediatizadas por la que allí había formado Fernando continúo el espectáculo.
Canela de San Roque apretó el paso a través del amplio escenario. Sonriente y decidido se dirigió con confianza a su silla para demostrar que no daba la pelea por perdida y pudo, quiso y supo demostrar que es el cantaor con más conocimientos que actuó esa noche. “Voy a cantar soleá por diferentes estilos” y lo que hizo ni más ni menos fue dar una clase magistral del cante por soleá demostrando así, de salida, que, aunque su voz no sea la más apropiada para este arte, la excelencia de su formación suple este inconveniente. Demostró también que su sólido magisterio no se basa en el seguimiento de una única escuela y aunque muestra una inclinación hacia el “mairenismo” su cante se ve gloriosamente salpimentado de las más variables influencias, cosa que demostró cuando se acordó de Camarón por levante con el consiguiente regocijo de la afición local que vibra y se emociona cuando algún cantaor se acerca a estos estilos tan ligados a esta tierra. Por seguiriyas volvió a demostrar su infinita sapiencia. Estuvo acompañado a la guitarra de un entregadísimo “Mami” que disfrutó como el primero del cante de Canela.
El cierre del festival le correspondió a Miguel Poveda acompañado de Chicuelo. Poveda arrancó su cante con una recreación innecesariamente florida de la Malagueña de Gayarrito, pero luego, tras una equivocación al cantar una letra –cosa rarísima en un cantaor que siempre presenta un repertorio muy estudiado y muy cuidado-, se fue metiendo en el papel que le correspondía como el artista postrero de la velada. A destacar unas Alegrías de Córdoba ligadas con cantiñas y unos tientos muy ortodoxos pero ligando algunas veces los estilos con una armonía y acierto propia de un fiable alquimista. Tuvo también muchos momentos creativos que fueron muy valorados por una gran parte de la platea.
En fin, un espectáculo de primera magnitud con gran variedad y muy equilibrado que nos encantaría que fuera la tónica normal de las programaciones de los numerosos festivales que jalonan nuestra geografía flamenca.
Un saludo. José P. Valiente (Ayatolah)
Pd. De la reunión posterior en la sede de la Peña Fosforito organizadora del evento, sólo comentaré, porque mi capacidad narrativa me impide ir a más, unos pequeños apuntes para el que tenga interés pueda hacerse una ligera idea de lo que allí ocurrió.
Nos acabábamos de acomodar en la sala donde alrededor de una inacabable mesa nos íbamos a regalar un merecido ágape, cuando desde la entrada del local el sonido inconfundible de la saeta se sobrepone y eclipsa cualquier otro sonido.
Luís El Zambo cantándole a Poveda una saeta dedicada a Jesus del Prendimiento, poco después la juerga estaba montada y allí estuvieron hasta las cinco o seis de la mañana cantándose y cantándonos toda suerte de estilos. Estos dos artistas se adoran, se quieren, se admiran y tuvimos la fortuna de asistir a una efusiva muestra de estos sinceros sentimientos.
De asombro Poveda totalmente rajado cantando por jerez con suficiencia y metiéndose en estilos tan arriesgados como el de Carapiera o El zambo recreando los cantes de la Bolola o los dos picados por frijones o matándonos por seguiríyas o emocionándonos con tarantas y cartageneras y bulerías mil o dos mil, yo que sé…. Es imposible, para mí, volver a valorar de la misma manera a este artista pues en esta reunión nos enseñó que sus registros le permiten manejarse muy dignamente por la ortodoxia más comprometida
Para la memoria Chicuelo y el Grilo tocando la guitarra por bulerías a dos manos. Sí, sí, a dos manos, uno manejando los trastes y el otro en la boca mientras Poveda cantando a muerte y su tío Zambo comiéndoselo con la mirada.
Enternecedor la madre de Poveda también comiéndoselo esta vez a besos en un arrebato de admiración y orgullo.
Cuando Poveda quiso abandonar la reunión Luís se negó en redondo y aunque el catalán llegó hasta la puerta tuvo que recular, despedir a sus padre y parte de su séquito y continuar la juerga, en reducidísima reunión, hasta que ya no pudieron más. Al final el educadísimo Poveda dándonos las gracias a nosotros por haber participado de la reunión. Para quitarse el sombrero, de verdad.
Si alguno piensa que esto se acabó aquí se equivoca de largo. Los artistas de la Peña cogieron el testigo y nos hicieron otro recital completo, repleto de detalles flamenquísimos. Malagueñas, cantiñas, tientos, tangos, tarantas, soleares, granadinas y que sé yo. Acompañados todos por El Mami que se pego una paliza impresionante, primero con Zambo-Poveda y luego con los artistazos de la Peña
Mientras que hubo batería algunos aficionados grabaron videos con los móviles y esperamos en breve poder colocar en la Red documentos que, aunque tengan una calidad comprometida, seguro que ayudarán a comprender lo que allí paso con mayor fidelidad que este breve retazo
